Tic, tac, tic, tac...
Las saetas en mi tiempo
se mueven apresuradas
sin detenerse siquiera;
como hoja arrastrada por el viento
de esta tormenta que me mata.
Mis sueños pasan,
se diluyen en el agua,
ahogándose como peces
en tierra soñada y prometida.
Deseo tener un deseo,
deseo encontrar tu luz;
que en el sol nuevo, en la mañana...
descubrir el calor de tu mirada.
Pateo por esta vida
dormida, triste y desesperada;
buscando tu cuerpo y tu rosa
con mi cuerpo ya marchito por el tiempo.
Tic, tac, tic, tac... Mi tiempo se acaba.
JESÚS PUENTE PÉREZ – Ayerbe, Huesca, España © Derechos Reservados – 2010.